Lakers vuelven a coronarse
René Romano
Los Lakers repiten título y vengan la derrota de 2008 frente a Celtics.
Les diré porque. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.
Porque ganó bien. Y triunfó —en una serie por lejos física— el que tuvo mayor contribución de su banca, su sexto hombre y la mejor defensa.
Esto claro, tomando en cuenta la cuota normal de un quinteto inicial sólido, certero (a veces) y batallador que presentaba a un Kobe con problemas de ¿arranque?
Ganó el que no falló disparos sin marca desde la línea de tres, o el mismo “free throw line”. Se lo llevó el que más casta tuvo, el que sí estudio... video, personalidad y capacidad del rival...
¡Lakers hizo su tarea!
El silencio agobiaba a los locales y la tristeza, nostalgia e impotencia atacaban a Lamar Odom, que perdía un duelo vital ante Glen “Big Baby” Davis, ambos sextos hombres, con 11 y 14 minutos de 24—en la duela— respectivamente, que representaban la ventaja de los puntos en el marcador, pues mientras Davis anotaba 7, el “Candyman” aportaba únicamente con uno.
Andaba distraído Lamar. Era algo pasajero, en medio de las ‘comas’ de Allen y Robinson que aún no despertaban, mientras, Vujacic, Brown y Farmar también roncaban.
De hecho, dos de estos últimos se dieron el lujo de fallar, sin marca y sin acoso en una buena cantidad de ‘open looks’.
El tercer cuarto fue de ir y venir, y al final del mismo, la diferencia la seguía marcando la banca y la defensa. Kobe tiraba de 5 por 21 (10 puntos desde la duela en tres cuartos)., pero acortaban, un poco, distancias.
Había pánico, pero mucha esperanza.
Había buena vibra.
Vibra que dio sus frutos en la recta final, pues fue allí cuando Kobe, de baja producción en la duela pero una verdadera fiera en los tableros (15 rebotes), despertó e involucró a los suyos.
Dándole oportunidades a Fisher, Artest y Gasol, que a duras penas acertaba desde el famoso ‘free throw” luego de una gran batalla en el poste con un aguerrido, pero ‘casi acabado’ Kevin Garnett.
Al final, la temporada se definió en una serie común, pero en realidad en un solo juego.
¿Ironías de la vida no?
Cierto, no lo ganaron con una ventaja ‘despampanante’ de digamos... ¿unos ‘50’ puntos? Pero sí ante su afición y de forma merecida, haciendo a un lado aquella humillación de 2008-2009 en Boston-MASS.
Hoy Kobe tiene su quinto anillo, los Lakers un bicampeonato, la ciudad de Los Ángeles algo mas que celebrar y a este fiel servidor, la bendición de la razón, pues ganaron en siete, como dijimos, en base a un juego en conjunto, ‘junk points’, buena defensa y cero “Kobe-dependencia”.
¿O no estimado lector?
¡Felicitaciones, Los Angeles Lakers, dignos campeones de la NBA!
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