Mundial Sudáfrica 2010: la hora del fútbol
En un mar de colores y de aficionados, el país anfitrión recibe a México para inaugurar la primera Copa del Mundo en África.
Unas 95.000 personas en el estadio Soccer City de Johannesburgo -y otros miles de millones de individuos en el resto del mundo- serán testigos de la inauguración del primer Mundial de Fútbol que se celebra en suelo africano.
Sudáfrica, considerado como el país más desarrollado del continente, lleva la responsabilidad de asegurar un evento de categoría.
Sobre el papel, todo parece que así será. Son miles de millones de dólares los que se han invertido en la construcción de estadios de primer nivel, en el desarrollo de autopistas y la mejora de la infraestructura del país.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, dijo recientemente que su país "empezó a vivir" y que "no volverá a ser la misma después de esta Copa del Mundo".
No obstante es a partir de este viernes, cuando comienza la fase de grupos, que se verá qué tan atada está la organización dentro y fuera de los estadios.
No son un secreto para nadie los altos niveles de criminalidad que existen en Sudáfrica. Si bien en BBC Mundo hemos obtenido información sobre una tregua no oficial entre los grupos criminales para que éste sea un Mundial pacífico, ya algunos colegas periodistas de China, España y Portugal han sido víctimas del robo a mano armada.
Habría que poner en contexto que se trata de eventos aislados que no llegarían a los titulares internacionales si no se tratara de profesionales de medios de comunicación extranjeros.
Todos a una
Por el lado de los sudáfricanos, desde Nelson Mandela y el arzobispo Desmond Tutu hasta cada uno de los residentes de esta llamada "sociedad arcoiris", parecen estar más unidos que nunca para apoyar a su selección, los Bafana Bafana.
A sus 91 años y con un delicado estado de salud, Mandela había confirmado que estaría presente en el estadio para apoyar a su equipo cuando se enfrente contra México en el partido inaugural.
Sin embargo, no podrá asistir por el fallecimiento de una de sus bisnietas en un accidente después del concierto que abrió la fiesta mundialista en Soweto. "No es apropiado que Mandela se haga presente en la inauguración", informó un comunicado.
El seleccionador mexicano, Javier Aguirre, admirador declarado del ex presidente sudafricano y del arzobispo, adelantó que durante 90 minutos -y por primera vez- estará en desacuerdo con ambos líderes.
La razón es sencilla, Aguirre quiere y necesita ganar. Un deseo que se extiende a la selección de Sudáfrica, que llega al Mundial como el país anfitrión peor clasificado de la historia.
"Necesitamos ganar el primer partido, así que se lo haremos difícil (a México)", confesó el futbolista sudafricano Aaron Mokoena.Para Mokoena, "llegó el momento de la verdad".
El reto Bafana
"Javier Aguirre habla con sus dirigidos"
Hasta ahora, ningún país anfitrión se ha quedado en la fase de grupo. Sudáfrica no se puede permitir el lujo de ser el primero. Aunque no lo tiene fácil. Un México fortalecido, una favorita Francia y una apasionada Uruguay se lo pondrán muy difícil.
De una forma u otra, este viernes será determinante para Sudáfrica. "Son pocos los eventos que definen la historia de una nación, y nosotros estamos en el umbral de uno de esos momentos a medida que se acerca la inauguración", dijo Zuma.
El problema está en qué tipo de historia se hará. En el aspecto social, ya no queda duda, pues en las calles BBC Mundo no ha conseguido a un sudafricano que no apoye con los ojos cerrados a su equipo.
En el campo, el implacable marcador será el juez. "El problema (de los Bafanas) es que la calidad de jugadores que ahora están en clubes extranjeros no es la misma que la que tuvieron los futbolistas del año 98 (cuando Sudáfrica se clasificó por primera vez para un Mundial)", le comentó a BBC Mundo el peruano Augusto Palacios, ex seleccionador tanto de los Bafana Bafana como de las Bayana Bayana, la escuadra femenina.
El jugador número 12
"Una multitud saludo a los Bafana Bafana"
Si bien los sudafricanos cuentan con su jugador más poderoso, la vuvuzela -una trompeta de plástico cuya extensión hace que su sonido penetre en los tímpanos de los jugadores en el campo-, Palacios considera que los mexicanos están inmunes a este sonido ensordecedor.
"Si México jugó con Inglaterra, jugó con Italia, con rivales muy fuertes, yo no creo que la vuvuzela los vaya a intimidar. Pero en el fútbol no hay lógica", agregó.
Además del particular instrumento, Sudáfrica cuenta con los Sangoma (espiritistas), cuyos ancestros ya han predicho que los anfitriones se llevarán los primeros tres puntos del Mundial.
Nada de esto parece preocupar a un Aguirre tranquilo ante los medios de comunicación. No le preocupa los ruidos ni lo que digan los espíritus. Él ya lo dejó claro: "No nos falta nada, estamos donde queríamos estar".
A horas del primer partido, el seleccionador mexicano tiene dos tareas para sus jugadores: "Que disfruten y ganen".
BBC Mundo.com - Todos los derechos reservados. Se prohíbe todo tipo de reproducción sin la debida autorización por escrito de parte de la BBC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario